
El acomodo de productos en un supermercado no es un proceso aleatorio. Por el contrario, es una estrategia cuidadosamente diseñada para maximizar las ventas y mejorar la experiencia del cliente. Este aspecto, conocido como merchandising visual, es fundamental para dirigir la atención de los consumidores y facilitar su decisión de compra. A continuación, exploramos los principios y técnicas más importantes para lograr un acomodo efectivo.
1. Zonas estratégicas dentro del supermercado
El diseño del espacio es clave para influir en el comportamiento del comprador. Por ejemplo:
- Zona de entrada: Aquí se suelen colocar los productos más atractivos o con ofertas destacadas para captar la atención de los clientes al ingresar.
- Punto caliente o zona de mayor tráfico: Es el área donde los clientes suelen detenerse más tiempo. En estas zonas es ideal colocar productos de alto margen o nuevos lanzamientos.
- Cajas registradoras: Este espacio es perfecto para productos impulsivos como dulces, snacks o pequeños artículos de bajo costo.
2. Organización por categorías
Agrupar los productos por categorías similares facilita que los clientes encuentren lo que buscan y realicen compras adicionales. Por ejemplo, colocar los productos lácteos juntos o los alimentos para mascotas en una sección específica ayuda a mejorar la organización.
Además, el acomodo dentro de cada categoría debe seguir una lógica: organizar de arriba hacia abajo o de izquierda a derecha, desde productos premium hasta opciones más económicas. Esto permite al consumidor visualizar todas las opciones disponibles y elegir según su presupuesto.
3. Alturas estratégicas en los estantes
La altura en la que se colocan los productos es un factor clave para llamar la atención:
- A nivel de los ojos: Los productos más rentables o los de marcas propias suelen colocarse aquí para maximizar su visibilidad.
- Nivel inferior: Ideal para productos dirigidos a niños, como cereales o golosinas, ya que están a su alcance.
- Nivel superior: Generalmente reservado para productos especializados o menos demandados.
4. Uso de señalización y promociones
Las etiquetas y carteles promocionales ayudan a resaltar productos y ofertas especiales. Los colores llamativos y frases como “Descuento” u “Oferta por tiempo limitado” captan la atención y generan una sensación de urgencia en los consumidores.
5. Rotación de productos y frescura
En categorías como alimentos perecederos, es fundamental aplicar el método FIFO (First In, First Out), donde los productos más antiguos se colocan al frente para asegurar que se vendan primero. Esto evita el desperdicio y garantiza frescura para los clientes.
